Ten cuidado piscinas de pelotitas contienen 9 tipos de bacterias
Estudio científico señala que no hay regulaciones sobre la limpieza de estas áreas de juego. Gérmenes pueden desencadenar cuadros de meningitis, neumonía y hasta septicemia.
Se identificaron nueve gérmenes que pueden tener resultados desastrosos, como septicemia, meningitis y neumonía.
Parecen inofensivas, pero pueden causar la muerte de tu engreído. Un estudio científico, realizado por la Universidad del Norte de Georgia, reveló que las ‘piscinas de pelotitas’ contienen hasta nueve tipos de “gérmenes asesinos”.
Las complicaciones que pueden devenir, según la ciencia, son la sepsis, meningitis y neumonía. Los autores también advirtieron que no existen adecuados protocolos de limpieza, ni regulaciones sobre la frecuencia con la que se deben limpiar las áreas de juego, lo que lleva a una creciente colonización de bacterias.
“Las piscinas a menudo están contaminados con suciedad visible, vómito, heces u orina, lo que proporciona un origen y factores ambientales permisivos para la contaminación microbiana», se lee en el informe científico.
«Pueden pasar días o incluso semanas entre limpiezas, lo que puede dar tiempo a que los microorganismos se acumulen y crezcan a niveles capaces de transmisión e infección».
Los investigadores, dirigidos por la doctora en fisioterapia Mary Ellen Oesterle, visitaron seis ‘piscinas de pelotitas’, empleadas para la rehabilitación de niños. Aunque hay microbios en todos los ambientes, estas bacterias, cuando se les da la oportunidad de causar una infección, pueden ser fatales.
«Se encontró que la colonización bacteriana era tan alta como miles de células por bola, lo que demuestra claramente un mayor potencial para la transmisión de estos organismos a los pacientes y la posibilidad de infección en estos individuos expuestos».
Por ejemplo, la llamada Enterococcus faecalis, causa endocarditis, septicemia, infecciones del tracto urinario y meningitis. La Staphylococcus hominis, infecciones en el torrente sanguíneo. Y laAcinetobacter lwofii, septicemia, neumonía, meningitis, tracto urinario e infecciones de la piel.
El riesgo aumenta, sobre todo, si los pequeños presentan cortes en la piel, especialmente si su sistema inmunológico está comprometido.
«Esto obliga a emplear diferentes protocolos para la limpieza y el mantenimiento, lo que potencialmente representa una necesidad más amplia de aclarar y establecer estándares que reduzcan el riesgo de transmisión», finalizan los especialistas.
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fuente: La República